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RESEÑA BIOGRAFICA Y FOTOGRAFIAS

 

 

Don Jorge Landívar Gil, cariñosamente llamado Pitungo, que hoy fuerte como un Roble cumple 90 años de vida, dedicado al trabajo y servicio a su pueblo, sin claudicar en sus ideales, es un ejemplo vivo de los lideres Cruceños de ayer, hoy y siempre, su familia, mediante este documental, pretende rendirle su homenaje, a él y a su querida esposa Elvirita Roca Cuellar de Landívar.

No podemos referirnos a Pitungo Landívar, sin hablar de los hechos que antecedieron a los momentos históricos que le tocaron vivir y su participación en ellos, que no solamente marcaron su vida sino también marcaron nuevos rumbos a estas tierras de los llanos orientales.

LOS LANDÍVAR

Según el historiador Hernando Sanábria Fernández, Landívar es un apellido antiguo vasco de originario del caserío de Landívar, en la provincia de Navarra, Municipio de Úrdax. Los Landivar se radicaron en Guipúzcoa, donde fundaron un nuevo pueblo. Varios vinieron a America, entre ellos don Rafael Landívar, poeta, humanista y religioso jesuíta guatemalteco. Es autor del notable poema "Rusticatio mexicana", uno de los mejores modelos de la poesía americana, con su nombre fue bautizada una de las más importantes universidades Guatemaltecas.

El Coronel Antonio Landívar y Sarranz, de caballería, oriundo del País Vasco, fue enviado por el Rey a América a fines del siglo XVIII participando en las batallas de la laguna y el pari. Junto al Brigadier Cruceño Francisco Xavier de Aguilera.

El Coronel Antonio Landívar y Sarranz, contrajo nupcias con Doña Juana Ignacia Villegas, de este matrimonio nació el tambien Coronel Juan Manuel Landívar Villegas, quien junto a otros valientes cruceños como el Coronel Agustin Saavedra y el Teniente Coronel Marceliano Montero bajo el mando del General Jose Ballivian, hicieron posible la victoria de las armas Bolivianas contra los ejercitos del invasor Peruano Gamarra el año 1841, consolidando con esta victoria la independencia de Bolivia. Una de las principales avenidas de la ciudad de Santa Cruz, lleva su nombre.

Del hogar del Coronel Juan Manuel Landívar Villegas y Doña Ramona Velasco del Rivero nació Carlos Landívar Velasco, hombre de letras que fue intendente de Policía. Compartía sus inquietudes con el insigne escritor cruceño Gabriel Rene Moreno, con quien se daban el trato de primos. Su tío fue el General José Miguel de Velasco, quien fue uno de los pocos Presidentes Cruceños, quien ejerció la presidencia de la Republica por cuatro veces distintas.

LOS PADRES DE JORGE LANDÍVAR GIL: DON CARLOS LANDÍVAR VELARDE Y DOÑA JUANA GIL SORUCO

En Santa Cruz de la Sierra, la ciudad legendaria, la de la vida apacible, colonial y patriarcal, construyó su casa de dos pisos, en la acera este de la Plaza, don Carlos Landívar Velasco, quien formó su hogar con Guadalupe Velarde, del que naciera Carlos Landívar Velarde.

Carlos Landívar Velarde, fue un importante político, y personaje público, habiéndose destacado como, interventor municipal, cargo similar al de alcalde y director de correos, siempre preocupado y luchando por aquella ciudad olvidada de Bolivia, como era Santa Cruz.

En reconocimiento por su actividad pública en beneficio de Santa Cruz, actualmente se levanta un busto en la zona de lo que fue su propiedad, en la plazuela que lleva su nombre, cerca a los predios del Club Real Santa Cruz.

Don Carlos Landívar Velarde contrajo nupcias con Doña Peregrina Soruco Franco, de cuyo hogar nacieron sus hijos Sarah y Oscar y al enviudar, nuevamente contrajo nupcias con Doña Juana Gil Soruco, hija de Don Prospero Gil Urgel y Modesta Soruco.

Del matrimonio de Carlos Landivar Velarde con Juana Gil Soruco nacieron once hijos:

Alcides†, Carlos†, Aida†, Irma, Neyza, Jorge, Mery, Orlando, Prospero†, Hugo† y Soledad†. Todos ellos formados con el ejemplo de su padre, dentro de una educación estricta y en el trabajo duro, honesto y responsable. Familia tradicional cruceña cuya casa se encuentra en la calle Ingavi frente al colegio Santa Ana.

JORGE LANDÍVAR GIL, cariñosamente llamado PITUNGO.-

Uno de los hijos de Don Carlos Landívar Velarde y Juana Gil Soruco es Jorge Landívar Gil, a quienes sus amigos llaman cariñosamente Pitungo, quien tiene el valor de la juventud Cruceña, que tuvo que afrontar los desafíos más importantes para lograr el desarrollo de lo que es hoy Santa Cruz y que está lejos todavía de declinar en la lucha por sus derechos.

Pitungo Landívar realizó sus estudios de primaria y secundaria, en el colegio Nacional Florida. y posteriormente estudió contabilidad en el Instituto Comercial “Enrique Aponte Canseco”, estudios que aplicó en su actividad empresarial.

Muy joven, en el año 1940, impulsado por su audacia y coraje, cuando apenas tenía 17 años, se lanzó al trabajo, incursionando de plano en el sector del transporte durante doce años. Rudo menester el de recorrer los pésimos caminos de Bolivia, inexistentes a veces, conduciendo sus camiones en fatigosas jornadas que tenían días y días de duración, sufriendo todo tipo de penurias por toda la heredad patria, llegando a ser poseedor de una empresa de transportes contando con tres camiones.

Contaba con apenas veintidós años de edad, cuando organizó la hoy poderosa Federación de Transportistas, “16 de Noviembre”. con Amadeo Tarradelles, Lorgio Ribera, Roger Prado, Guillermo Nene Klinsky, Ormando Gutiérrez VacaDíez, Ósman Landívar Mancilla, Virulo VacaDíez Cronembold, y otros.

Quienes lo llegaron a conocer a Pitungo Landívar un poco más en cuerpo y alma, sabían que antes de pensar en su persona, primero estaba quien le pedía cualquier tipo de ayuda, pudiendo contar con él en cualquier circunstancia.

ELVIRITA ROCA, ESPOSA DE JORGE LANDÍVAR GIL.-

A principios del año 1947, Pitungo contrajo matrimonio con una de las mujeres, no solo más hermosas de Santa Cruz, sino a la vez preparada e inteligente, la Sra. Elvira Roca Cuellar, quien lo acompaño en todos sus emprendimientos, no en vano se menciona, que a lado de todo gran hombre existe una gran mujer. Elvira Roca Cuellar, hija de Don Crisanto Roca Toledo y Amalia Cuellar Roca, sabía del sacrificio y del trabajo desde temprana edad, al igual que sus hermanos Laida, Ovidio, Amalita y Graciela, ya que su padre, Don Crisanto Roca, fue de aquellos valientes Cruceños que en número de ochenta mil, migraron al Beni, en el auge de la goma y la castaña, a desencantar y desarrollar esta tierra. Su nombre se encuentra grabado en la puerta de nuestra Catedral, como un recuerdo vivo de su espiritu Cristiano. Crisanto Roca, se asentó en Santana del Yacuma, donde desarrolló su propia ganadería y creó su empresa de transporte fluvial, con la que recorrió todos los ríos del Beni, transportando goma, castaña, ganado, azúcar y a las tropas Bolivianas que lucharon por la heredad Nacional en la guerra del Acre.

En 1946, Elvira Roca Cuellar, a quien todos llamamos “Elvirita”, fue una de las primeras egresadas de la Universidad Gabriel René Moreno, en la carrera de Secretariado Ejecutivo, cuando en esta Universidad solo existían tres carreras, Derecho, Comercio y Secretariado Ejecutivo. Ese mismo año, Elvirita fue coronada como reina del Club Social Red Star.

Elvirita compartió con su esposo Pitungo, las tareas más difíciles, desde hacer turnos en el volante de un camión, hasta administrar sus negocios en la ciudad de Cochabamba.

LA FAMILIA DE JORGE LANDÍVAR Y ELVIRA ROCA.-

Jorge Landívar Gil, casado con una guapa dama, dechada de virtudes, la Señora Elvira Roca, que devotamente lo acompañó en la larga y dura lucha por la vida, lograron ambos formar a sus cuatro hijos profesionales, Jorge, Eduardo, Roberto y Jaime, con límpida conciencia cívica ciudadana, en los moldes del trabajo y la perseverancia.

Del matrimonio de Jorge con María Eugenia Vázquez Mazzi, tienen tres nietos: Jorge, Fernando y Ana Carola; y un bisnieto: Fernandito.

Del matrimonio de Eduardo con Leticia Aguilera Bruun, tienen tres nietas: Lorena, Vanessa y Eliana; y cuatro bisnietos: Nicole, David, Camila y Mikaela.

Del matrimonio de Roberto con Fátima Rivas Memm, tienen tres nietos: Roberto, María José y Lucia.

Del matrimonio de Jaime con Mónica Muñoz tienen dos nietas: Natalia y Alejandra.

PARTICIPACIÓN DE JORGE LANDÍVAR EN LA INDUSTRIA DEL AZÚCAR.-

Pitungo Landívar se ligó a la Agroindustria del Azúcar en el año 1953. Trabajó primero en su producción, en la creación y consolidación del Ingenio Azucarero San Aurelio, al lado del patricio industrial Don Ramón Darío Gutiérrez, para pasar más tarde a su comercialización y exportación. Le puso el hombro y fue la figura de mayor confianza de aquel líder de la industria Azucarera Cruceña,

Don Ramón Darío Gutiérrez, a quien acompañó durante seis años difíciles aquí en Santa Cruz y después 40 años en el interior de la república y particularmente en Cochabamba.

En esta ciudad constituyó su centro de distribución de azúcar para los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Beni y Sucre, y exportaciones a los mercados de Chile, Perú y Estados Unidos.

Con Ramón Darío Gutiérrez, fuera del trabajo, les unió una profunda amistad, por lo que siempre se considero además de amigo, un pariente afectuoso. Con Don Ramón, como presidente del Comité Civico de Santa Cruz, también compartían su preocupación por las injusticias y abandono que sufría esta ciudad, por parte del poder central, habiendo convocado al primer gran cabildo abierto el 10 de enero de 1951 convocando a mas de 20 mil personas. Ideales que le sirvieron de inspiración y motivación para que Jorge Landivar Gil posteriormente se constituya en uno de los fundadores y de los pilares fundamentales de la Union Juvenil Cruceñista.

LA GUERRA DEL CHACO

Durante la Guerra del Cháco, por órdenes del Gobierno Central, los cruceños eran llevados a primera linea, igual que en las batallas de Ingávi y en la Guerra del Pacifico. Esta Situación llevó a los militares cruceños a destacarse como los mejores soldados, pero al vecindario cruceño, en luto general. Trágico destino tuvieron los soldados cruceños del regimiento Warnes aniquilados en Nanawa durante esta guerra sangrienta.

Por su flamante dignidad militar y civil, fue conocido el nombre del héroe cruceño General Froilán Calleja Castro. Entre los más destacados en esta guerra, resplandeció por su enorme brillo la figura del teniente German Bush Becerra, quien comandó como capitan el quinto regimiento de caballería penetrando las trincheras de Boquerón. Posteriormente como General, Bush fue Presidente de la Republica.

En su breve mandato, El Presidente Cruceño Germán Bush Becerra corrigió la centenaria postergación del oriente disponiendo la vinculación ferroviaria con Brasil y Argentina y promulgó la Ley del 15 de julio de 1938, que decía. Fijase el once por ciento de la producción bruta de petróleo en favor de las circunscripciones productoras. El Ministro de Hidrocarburos en el gabinete de Bush fue el Cruceño Don Dionisio Foianini Banzer.

GOBIERNOS DE PAZ ESTENSSORO Y SILES SUAZO

El 9 de abril de 1952, al mando del Doctor Hernán Siles Suazo, estalló la revolución Nacional que llevó a la Presidencia al Dr. Víctor Paz Estenssoro. Si bien su gobierno se caracterizó por profundas transformaciones sociales, también por la violación de los derechos humanos en campos de concentración y casas de tortura a cargo de Claudio San Román y Luis Gayan. Incumpliendo la Ley de Bush en el 104, en 1956, se promulgó el código del petróleo (Código Davenport), pretendiendo retener el 11 por ciento de las regalías.

El diputado cruceño Virgilio Vega presento un proyecto de ley interpretativa que corregía el código del petróleo para ser efectivo el pago de las regalías del 11 por ciento a los departamentos productores el 6 de Diciembre de 1956 contando con el apoyo del senador Juan Lechín Oquendo y Omar Chávez Ortiz, ley interpretativa que fue sancionada el 15 de enero de 1957, pero el presidente Hernán Siles Suazo se negó a su promulgación.

Relata Pitungo Landívar, que el gobierno de Hernán Siles Suazo no pudo reabrir los campos de concentración porque fue sorprendido internacionalmente, cuando por órdenes de San Roman 47 prisioneros políticos que habían sido torturados se encontraban siendo transportados desde Santa Cruz a La Paz por avión, se amotinaron en pleno vuelo y tomando el mando de la nave el piloto Saúl Pinto Landívar, fueron a aterrizar a suelo Argentino, en demanda de asilo político.

El año 1957, Santa Cruz era un pequeño pueblo olvidado, que tenía los recursos en petróleo para salir adelante. Estos recursos eran centralizados por el Estado Boliviano, y se vivía diariamente la falta de inversión. El agua se extraía de norias, no existía el pavimento ni la loseta y la luz era generada con carbón.

PARTICIPACIÓN DE JORGE LANDÍVAR EN LAS JORNADAS CÍVICAS DE LOS AÑOS 50.-

Alma, Vida y Corazón se brindó Pitungo Landívar Gil a las luchas Cívicas Cruceñas, demandando las reivindicaciones que se le negaban a Santa Cruz por la mezquindad y acentuada miopía de sus gobernantes.

El 07 de octubre de 1957, en una extraordinaria concentración en el paraninfo universitario, Pitungo Landívar junto a Carlos Valverde Barbery y Julio (Toto) Cortes Lozada, fundaron la Unión Juvenil Cruceñista, constituyendo su primer directorio imbuidos por la necesidad de que la juventud participe en forma Cívica y Patriótica, junto al Comité Cívico, en procura de conseguir que el gobierno reconozca a Santa Cruz las regalías que por Ley le corresponden y que se respeten las garantías y libertades ciudadanas, más aun, siendo que Santa Cruz llegaba a su cuarto centenario sin contar siquiera con los servicios básicos.

El 17 de agosto de 1957 fue electo el Dr. Melchor Pinto Parada como Presidente del Comité Pro Santa Cruz. Su primera tarea fue dirigir una carta al Presidente Hernando Siles, solicitando la aprobación de la Ley Interpretativa, art. 104 del Código del Petróleo.

La última semana de octubre de 1957, comenta Pitungo Landívar, se dio a conocer que el gobierno había decidido trasladar a Cochabamba la maquinaria pesada que sirvió para la construcción del oleoducto Camiri – Santa Cruz.

La unión juvenil cruceñista, con el apoyo de la federación de transportistas 16 de noviembre, se trasladó a Camiri y el sábado 26 de octubre tomó y entregó esta maquinaria al Comité Cívico en el cabildo abierto del 28 de octubre. Por estas acciones el gobierno central dictó estado de sitio.

El 31 de octubre, en medio de la tensión reinante y del paro decretado por el Comité Cívico, a consecuencia de la muerte del joven unionista Roca Pereyra, nació la Unión Femenina Cruceñista, con la Dra. Elfy Albrecht, Guísela Brún, Anita Suarez de Leigue y Alicia Ribera de Serruti.

El día del paro de 31 de octubre, miembros de la Unión Juvenil Cruceñista se enteraron que el acalde había ordenado la reanudación de actividades, incumpliendo el paro. Una comisión especial de la Unión acudió hasta la alcaldía y el instante en que se retiraba se oyeron ráfagas de metralla, las cuales terminaron con la vida de Jorge Roca Coronado, la primera víctima de las luchas cívicas cruceñas.

El 2 de noviembre arribó a Santa Cruz el Presidente Siles Suazo, a fin de sostener conversaciones con las autoridades cívicas y departamentales, quien fue abucheado debido a sus agresiones verbales por la muchedumbre que eran unas 30000 personas.

Pese a todo ello, el Presidente Siles invitó a una comisión a La Paz, integrada por Lucas Saucedo Sevilla, el Dr. Hernando Vázquez Machicado, Carlos Valverde Barbery, Luis Ruben Terrazas y Elfy Albrecht. Como efecto de estas negociaciones fue firmado en La Paz el Decreto Supremo Numero 04799, que reconocía el 11 por ciento de las regalías.

El 14 de mayo de 1958, tras el golpe fallido de Falange Socialista Boliviana, Hernán Siles Suazo, aprovechó esta situación política para ordenar la primera incursión de quince mil milicianos campesinos y militares, emulando a sus antecesores Hilarión Daza, en 1876 y Bautista Saavedra en 1924, contra la juventud falangista de Santa Cruz, cometiendo una serie de crímenes y vejámenes en la Poza de las Liras, zona de Terebinto, que se encuentran descritos en el libro de Hernán Landívar Flores. El 29 de mayo, del mismo año, fue exiliado a Buenos Aires, el Presidente del Comité Civico, Doctor Melchor Pinto Parada, quien pese a todos los riesgos que significaba estar al lado de su pueblo, regresa a Santa Cruz el 18 de julio de 1958 y fue recibido por Pitungo, y la directiva de la Unión, con más de cuarenta mil personas.

Al año siguiente, Hernán Siles Suazo nuevamente envió a Santa Cruz sus fuerzas punitivas, compuestas por unidades militares, mineros y milicianos campesinos de la zona de Ucureña, esta vez en persecución contra la Unión Juvenil Cruceñista, pese a que en la misma ciudad de Santa Cruz el partido de gobierno, el ejército y la policía eran militarmente mucho más fuertes.

Pitungo Landívar nos relata que a mediados del mes de junio de 1959, ante la falta de armamento y el insuficiente parque de municiones, concluyeron los Unionistas que era imposible detener estas fuerzas militarmente, en la zona de la angostura o a su ingreso a Santa Cruz.

Las tropas de ocupación del gobierno, según Pitungo Landívar, sumaban 20 mil efectivos perfectamente armados. Las fuerzas reales de la Unión Juvenil Cruceñista no llegaban a 500 efectivos, sin armamento adecuado, pero con mucha fuerza y deseosos de defender sus ideales así sea a costa de su vida.

Pitungo Landívar nos relata que a mediados del mes de junio de 1959, ante la falta de armamento y el insuficiente parque de municiones, concluyeron los unionistas que tácticamente, la mejor forma de resistir a estas tropas era en las serranías del amboró. Nunca rehuimos el combate, si este tenía alguna posibilidad de éxito, como sucedió en los mangales, donde con fuerzas disminuidas, comandados por el Capitán José Gil Reyes, lograron que las fuerzas del gobierno se retiren, teniendo que lamentar la muerte de Gumersindo Coronado y de Jorge Roca Pereyra un día antes, en la alcaldía.

Pitungo Landivar concluye indicando que con el tiempo, los miembros de la Unión Juvenil Cruceñista, de los años cincuenta, no pueden más que sentirse orgullosos de lo que hicieron y como resultado la promulgación de la Ley Interpretativa de las regalías para Santa Cruz. Nos pesan las muertes de nuestros héroes Roca y Coronado, asesinados por el Gobierno de Hernán Siles Suazo, muertes que por cierto hubiésemos querido evitar, ya que ninguno de los miembros de la Unión, nació para vivir con la pena de la sangre derramada por sus hermanos.

EL EXILIO

Atrapado en la monumental cacería humana que se montó desde la ciudad capital hasta los contrafuertes de las serretas orientales, Pitungo fue tomado prisionero al igual que otros valientes Cruceños, entre el 6 y 12 de julio de 1959 y fue trasladado primero hasta Cochabamba, donde dejaron en libertad a los más jóvenes. En una segunda escala, los dirigentes de la Unión Juvenil Cruceñista fueron trasladados al Panóptico de La Paz.

Por último Pitungo Landívar y los dirigentes de la Unión Juvenil Cruceñista, salieron al exilio, al Perú.

Del Perú, Pitungo se trasladó a Arica, luego a Buenos Aires y Salta, donde se encontró con su esposa Elvirita, ingresando al País tras una ausencia prolongada, llegando a Santa Cruz, donde los milicianos, trataron nuevamente de tomarlo prisionero, y si era posible quitarle la vida. Se salvó milagrosamente escapando nuevamente hasta Cochabamba, en la única avioneta disponible, del Capitán Rolando Canedo, quien había traído del Beni a su cuñado Ovidio Roca al cumpleaños de su suegro Crisanto Roca. Pasaron cuarenta años, sin volver a su tierra natal, porque los gobiernos de aquel entonces le prohibieron su retorno indefinidamente.

Por último, el 21 de diciembre de 1959, fue promulgada la Ley Interpretativa de las regalías, por el Presidente del Senado Rubén Julio Castro. El Dr. Pinto fue exiliado a Lima, Perú, cesando las actividades del Comité Cívico Cruceño y regresaría 5 años después con el recuerdo de las jornadas que le dieron los recursos económicos necesarios para el desarrollo de Santa Cruz.

CONDECORACIÓN CON LA BANDERA DE ORO POR EL COMITÉ PRO SANTA CRUZ.-

En un acto realizado en instalaciones del Comité Pro Santa Cruz, la Unión Juvenil Cruceñista entregaron a Pitungo Landívar la bandera de oro “Verde y Blanco”. En el discurso de circunstancia, hizo una remembranza de aquel tiempo en que un grupo de jóvenes Cruceños: “llenos e imbuidos de un

sano idealismo, iniciaron las luchas cívicas, en defensa del patrimonio histórico y económico del pueblo cruceño, cuál era el 11 por ciento de las regalías petroleras.”

Pitungo Landívar destacó la labor desempeñada por Melchor Pinto Parada, el Coronel José Gil Reyes, el Capitán José Terrazas Velasco, Carlos Valverde Barberí, y cuarenta valientes Cruceños, “supieron morder el amargo sabor del destierro, que lo soportaron con estoicismo y dignidad”.

Por otra parte, tributó un homenaje a la mujer de estos llanos, a las que organizaron el Comité Cívico Femenino, a la cabeza de la Dra. Efly Albrech, la Señora Anita Suarez de Leigue, la Prof. Alicia Ribera de Serruti y la Srta. Gisella Brun Ciaroni, herederas de las virtudes supremas de la progenie nativa. Mujeres modelos de virtudes que honraron al pueblo cruceño con su coraje y su bondad.

Manifestó que esta mezcla cruceña de hombre hecho esfuerzo y firmeza, con la mujer hecha luz y sustento, ha forjado un pueblo, que ante el azote del infortunio de cuatro largas centurias, siempre se manifestó líbre, fuerte, y seguro.

A tiempo de agradecer una vez mas esta distinción, pidió que todo habitante de este suelo cruceños, cuando pise una loseta, abra un grifo de agua o admire esta ciudad, vea en todo ello el logro de las luchas cívicas, haciendo profesión de fe, renovada cada día, de no descansar ni claudicar hasta alcanzar los grandes objetivos de Santa Cruz, entre los que se encuentra su autodeterminación a través de un sistema federal de gobierno.

CONDECORACIÓN COMO CIUDADANO MERITORIO POR EL GOBIERNO MUNICIPAL DE COCHABAMBA.-

Anclado en Cochabamba y puesto en el trance de trabajar para el sustento suyo y de su familia, Pitungo asumió formalmente la representación de la Compañía Industrial Azucarera “San Aurelio” S.A., en la capital del Valle y su área de influencia, que abarcaba todos los departamentos del interior del país, además de hacerse cargo de las exportaciones de los productos de esta industria a Chile y Perú. Este ciclo de su actividad personal, tuvo duración de 40 años.

Paralelamente Pitungo Landívar, durante treinta años, alternó en el directorio de la Cámara de Comercio de Cochabamba, habiendo sido condecorado por los veinticinco años, como director de esta institución. Dentro de su actividad financiera fue por más de treinta años director de la cooperativa de ahorro y crédito “Hospicio” Ltda., gestor y organizador del Banco de Santa Cruz en esta ciudad y en el valle Cochabambino donde fue su vicepresidente desde su creación hasta su retorno a su tierra natal. También fue director de una de las más importantes empresas de Cochabamba como es la Cervecería Taquiña y de la empresa de envases FABE.

También perteneció y fue distinguido como socio honorario del radio club, y figuró como miembro del directorio del centro de residentes Benianos, además de ser vicepresidente de Acción Cívica Nacional de Cochabamba, ante la ausencia del Comité Civico.

El Diario Los Tiempos de la ciudad de Cochabamba, en fecha 08 de diciembre de 1978 destacó el título honorifico de ciudadano meritorio de esta ciudad, recibido del Honorable Consejo Municipal y de su alcalde, Humberto Coronel, además de medalla con el escudo de armas de Cochabamba, con la siguiente cita: “por su valiosa contribución a la labor organizativa de entidades comerciales, cooperativas, habiendo impulsado la labor de integración nacional a través de instituciones Cruceñas y Acción Cívica Nacional, siendo director del Banco de Santa Cruz de la Sierra y principal gestor para la creación de la sucursal Bancaria de Cochabamba.

El Diario El Deber de 17 de enero de 1988, sobre esta distinción, mencionaba lo siguiente:

La alta calidad humana de Don Jorge Landívar Gil, (PITUNGO), no solo ha sido reconocido en su tierra natal, Santa Cruz, sino que también ha merecido la alta consideración de distritos hermanos, Cochabamba en particular. Don Pedro Ribero Mercado, director del citado periódico y autor de esta nota, destacaba sobre su amigo Pitungo, su triunfo en el medio Cochabambino de esta manera:

Pitungo Landívar logró galardón que antes ni hasta hoy, cruceño alguno pudo alcanzar. Y lo más significativo de todo es que rayó bien alto en el aprecio de la emprendedora gente valluna. De cuna legitima, Pitungo respondió cabalmente a sus mejores pergaminos. Trabajador, responsable, honrado, buen amigo, excelente hombre de hogar y padre. Landívar Gil era una figura señera de la Cruceñidad y de los líderes Cívicos jóvenes. Aquí, en el Valle, en cualquier parte del país y del exterior, Jorge Landívar Gil es y será el hombre a carta cabal y el cruceño irreprochable.

Sus oficinas comerciales fueron consideradas el Consulado Camba en el Valle Cochabambino, donde acudían todos los Cruceños y Benianos que pasaban por este valle, así no precisasen ninguna ayuda, tenían que visitar y conversar con Don Pitungo o Doña Elvirita, y si los necesitaban, sabían que siempre podían contar con su apoyo decidido.

INSTITUCIONES A LAS QUE PERTENECE JORGE LANDÍVAR GIL.-

Al retorno a su querida Santa Cruz, infatigable en el trabajo, Pitungo actualmente, junto a su hijo Jaime, se dedica a lo que fue la pasión de su vida, la actividad Agropecuaria. En Guayaba, propiedad que fuera de su abuelo prospero gil, y que se encuentra ubicada al sur de la ciudad, por la zona del Palmar, cerca al rio Pantano y las lomas de arena, tienen un importante proyecto con ganado de raza, además de cabañas porcinas y en la agricultura, la producción de caña, sorgo, y otros productos, que además le permiten contar con su propio alimento balanceado.

La posibilidad de servir, se vio facilitada por el hecho de que, a Pitungo Landivar se le abrieron las puertas de numerosas entidades que trabajan con un ideario de fraternidad. Entre estas entidades estuvieron, en Santa Cruz, el Comité Pro Santa Cruz, la Unión Juvenil Cruceñista, la Federación de Transportistas 16 de Noviembre, el Club Social 24 de Septiembre, el Rotary Club, el Club de Tenis, la Sociedad Mutualista Gabriel René Moreno, El Círculo de Amigos de la calle Independencia, la Comparsa Haraganes en 1952, el Grupo Corazoneros, y la tradicional Comparsa Tauras, de muchas de ellas fue su fundador.

Su espíritu alegre y carnavalero, queda reflejado en la tradicional comparsa Tauras, la que se encuentra conformada por importantes personalidades Cruceñas. Al ritmo de la banda pan de arroz, Pitungo compartió muchos carnavales, al lado de su hermano Carlos, su sobrino Edgar y sus íntimos amigos, de esta comparsa, al igual que sus bellas reinas.

EJEMPLO PARA FUTURAS GENERACIONES

Jorge Pitungo Landívar Gil, un cruceño que siendo Señor en su tierra, apoyado siempre por su guapa y distinguida esposa, la Señora Elvirita Roca Cuellar de Landívar, dio ejemplo de vida, trabajo, decencia, desprendimiento y servicio, allí donde lo ocupó actuar, labor que fue reconocida por propios y extraños, en su tierra y fuera de ella.

Actualmente, con sus noventa años, sigue participando firme en las reivindicaciones de su pueblo, como ser actualmente la lucha por la Autonomía.

Su esposa, sus hijos, nietos, bisnietos, su familia y todos sus amigos, que compartieron con él a lo largo de su vida, sus momentos difíciles y de alegría, quienes constituyen el remanso en sus 90 años de vida, le rinden hoy este significativo homenaje, expresándole su tributo de admiración y respeto, y sobre todo su amor y mucho cariño, en este de su cumpleaños. Mil Felicidades, querido Pitungo.

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